La Sala Putin: los jueces contra la crítica


No tuve tiempo de leer las columnas del fin de semana. Pero gracias al democrático y maduro comunicado de prensa de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia - la Sala Putin - leí las columnas de María Jimena Duzán y de Cecilia Orozco.

Los enemigos de la libertad de expresión le prestan un gran favor a la sociedad: la censura es un megáfono. Ahora sabemos más de los oscuros movimientos en la Corte Suprema y entendemos cómo se está gestando una toma por parte de sectores retardatarios tanto de la Corte Suprema como de la Corte Constitucional.

El comunicado también demuestra que a las Cortes no les gustan que se revelen sus secretos. En una entrada anterior, comenté la inmadura reacción de la Corte Constitucional al escrutinio que se hacía sobre el caso de las mamás lesbianas. Las redes de poder e influencia se extienden como mala hierba por el Palacio de Justicia. El cinismo y el descaro reinan en las altas esferas de la justicia. Ejemplos recientes son ilustrativos: el magistrado Guerrero ganó con el apoyo de Rodrigo Escobar y el Defensor Otálora tiene un padrino analfabeta, etc.

En la rama judicial para ser importante no hay que ser inteligente. Para ser magistrado/a no debes ser obediente, "hacer la tarea", ser prudente, sumiso y por supuesto tener redes de poder (ojalá amigos sin escrúpulos). Nuestra justicia es mediocre y sumisa porque no la controlamos.

Manuel José Cepeda, cuando era magistrado, siempre decía que el mayor control que tienen los jueces y juezas son los/as ciudadanos/as. Es hora que el periodismo independiente y los/as ciudadanos/as desnudemos a jueces y juezas. Las salas de las Cortes deberían ser salas de cristal. Los/as magistrados/as necesitan un control y transparencia equivalente al poder que están ejerciendo. 

La Sala Penal dice lo siguiente sobre Cecilia Orozco: "son gratuitos, ofensivos, injuriosos, calumniosos e irrespetuosos, los epítetos utilizados por la señora Orozco" y agrega " Se ofrecen también infundadas, torcidas, descomedidas y denigrantes" y decide con el poder que le confiere la Constitución: "7.- Ante la gravedad de las imputaciones realizadas por la señora Cecilia Orozco Tascón contra los Magistrados, la Sala informa a la opinión pública que procederá a instaurar denuncia penal en su contra por los delitos de injuria y calumnia, ante la Fiscalía General de la Nación".

Esta es una sentencia anticipada. ¿Qué fiscal o juez penal de la República va a contradecir la opinión jurídica de la Honorable Sala Penal de la CSJ sobre los delitos de injuria y calumnia? ningún juez o fiscal va a acabar su carrera enfrentándose a la Corte Suprema. No existen garantías en la carrera judicial para que ellas tengan un juicio justo ante un tribunal independiente. Orozco y Duzán ya fueron condenadas en el comunicado de prensa de la Corte Suprema de Justicia.

La Sala Penal se comporta como Vladimir Putin en el caso de Pussy Riot. Los magistrados usan su poder judicial para amenazar a dos excelentes periodistas que merecen todo nuestro respeto y consideración. Ellas son tan valientes y punqueras como Pussy Riot! Guardadas las proporciones - mutatis mutandi - , la Sala Penal es la Sala Putin de la Corte Suprema de Justicia.

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