El viejo Procurador colombiano
Alejandro Ordóñez será el último viejo Procurador colombiano. En sus manos agoniza el conservadurismo colombiano. Si lo mejor que puede producir Ordóñez para cambiar la sociedad colombiana es el video "el nuevo ciudadano colombiano", los reaccionarios colombianos están perdidos. Su líder los pone en ridículo, hace pensar que los conservadores son imbéciles y poco educados. Los hace ver a todos como falangistas infantiles que cantan "Cara al sol":
Hay mejores películas conservadoras, como el clásico "plan de acción homosexual" o "el grito silencioso", al menos tienen a Hollywood detrás y tiene construcciones más convincentes. En este video el Procurador reitera, ahora por interpuesta persona y con dinero público, su ideología tan simple, vulgar y ramplona que hasta Santo Tomás de Aquino debe revolcarse en su tumba.
Las y los ciudadanos colombianos ya usamos YouTube mucho antes que el Procurador hiciera esta especie de Televentas del derecho natural. Hace más de 20 años reconocemos la autonomía y la igualdad, y lo que es mejora la Constitución liberal vive en la ciudadanía: la Constitución de 1886 ha dejado de existir.
El viejo Procurador agoniza en su simplismo ideológico. Se siente en su mirada de profeta, el afán de seguir en el poder. Su actitud de sacerdote franquista, mezclada con buen padre de familia es anticuada y genera más risa que respeto. El viejo Procurador general quiere ser escuchado como un testimonio de lo que ya murió. Ordóñez y su quema de libros y de conciencias pasarán a la historia.
La ciudadanía colombiana es, por fortuna, mucho más que ese tonto video. Somos ciudadanas y ciudadanos críticos, que usamos la libertad de expresión, que creemos en la diferencia y que respetamos y amamos la Constitución porque nos ha dado más que los principios católicos. Los derechos son más importantes que los principios religiosos, por la sencilla razón que los derechos reconocen nuestra conciencia, mientras los principios de los inquisidores de todos los tiempos quieren colonizar nuestras mentes.
Alguna vez me ofendí mucho porque invitaron al encuentro de la Corte Constitucional a Pablo Victoria, quien dijo que quienes no estuvieran a favor de la ideología de género en el futuro les quitarían el "chip"
que según él tendríamos todos para ser ciudadanos. El Magistrado Mauricio González, quien era presidente de la Corte, moría de la risa con esta conferencia:
La actitud de González ante Victoria, es la misma que siento ante el video del "nuevo ciudadano colombiano", una risa irónica ante la mediocridad conservadora. Al final del día son unos viejos machos delirantes, ocurrentes y obstinados que se niegan a morir o a callarse.
También siento una profunda vergüenza por Santander que no reconoce a grandes intelectuales como Virginia Gutiérrez o Magdalena León, pero tiene en las primeras páginas de los periódicos a Luis Alberto Gil y a Alejandro Ordoñez, ¿Santandereanos siempre adelante? ¿porque llevamos en nuestra sangre la libertad?
Hay mejores películas conservadoras, como el clásico "plan de acción homosexual" o "el grito silencioso", al menos tienen a Hollywood detrás y tiene construcciones más convincentes. En este video el Procurador reitera, ahora por interpuesta persona y con dinero público, su ideología tan simple, vulgar y ramplona que hasta Santo Tomás de Aquino debe revolcarse en su tumba.
Como lo escribieron está semana Catalina Ruiz-Navarro y Mauricio García Villegas, el Procurador está en contra de los individuos, la autonomía personal y el reconocimiento de la diversidad. Su pensamiento es completamente intrusivo de la intimidad y la conciencia (hasta de las formas de vestir y de la administración del tiempo), sexista, promueve la religión como eje de la sociedad, cree en las raíces coloniales e hispánicas de nuestro país y un sigue sosteniendo un concepto de familia excluyente.
Lo más grave es que ofende a la inteligencia (¿muera la inteligencia y que viva la muerte?) y piensa que la ciudadanía colombiana es estúpida y que no puede reconocer la mala producción cinematográfica, un guión predecible y una narración aburrida. Cualquier ciberadolecente reconocee que este video es tan inútil como pendejo.
Las y los ciudadanos colombianos ya usamos YouTube mucho antes que el Procurador hiciera esta especie de Televentas del derecho natural. Hace más de 20 años reconocemos la autonomía y la igualdad, y lo que es mejora la Constitución liberal vive en la ciudadanía: la Constitución de 1886 ha dejado de existir.
El viejo Procurador agoniza en su simplismo ideológico. Se siente en su mirada de profeta, el afán de seguir en el poder. Su actitud de sacerdote franquista, mezclada con buen padre de familia es anticuada y genera más risa que respeto. El viejo Procurador general quiere ser escuchado como un testimonio de lo que ya murió. Ordóñez y su quema de libros y de conciencias pasarán a la historia.
La ciudadanía colombiana es, por fortuna, mucho más que ese tonto video. Somos ciudadanas y ciudadanos críticos, que usamos la libertad de expresión, que creemos en la diferencia y que respetamos y amamos la Constitución porque nos ha dado más que los principios católicos. Los derechos son más importantes que los principios religiosos, por la sencilla razón que los derechos reconocen nuestra conciencia, mientras los principios de los inquisidores de todos los tiempos quieren colonizar nuestras mentes.
Alguna vez me ofendí mucho porque invitaron al encuentro de la Corte Constitucional a Pablo Victoria, quien dijo que quienes no estuvieran a favor de la ideología de género en el futuro les quitarían el "chip"
que según él tendríamos todos para ser ciudadanos. El Magistrado Mauricio González, quien era presidente de la Corte, moría de la risa con esta conferencia:
La actitud de González ante Victoria, es la misma que siento ante el video del "nuevo ciudadano colombiano", una risa irónica ante la mediocridad conservadora. Al final del día son unos viejos machos delirantes, ocurrentes y obstinados que se niegan a morir o a callarse.
También siento una profunda vergüenza por Santander que no reconoce a grandes intelectuales como Virginia Gutiérrez o Magdalena León, pero tiene en las primeras páginas de los periódicos a Luis Alberto Gil y a Alejandro Ordoñez, ¿Santandereanos siempre adelante? ¿porque llevamos en nuestra sangre la libertad?
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