El Arzobispo en el Palacio de Justicia

Foto Conferencia Episcopal. Gabriel Eduardo Mendoza, Presidente Corte Constitucional (izq). En el centro Arzobispo de Bogotá, Presidente del Consejo de Estado y Secretario de la Conferencia Episcopal


Foto Conferencia Episcopal. 
Los obispos estuvieron hoy en el Palacio de Justicia.  El Arzobispo de Bogotá y Presidente de la Conferencia Episcopal, Rubén Salazar, junto con Monseñor Juan Vicente Córdoba estuvieron esta mañana con los presidentes de la Corte Constitucional, el Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo Superior de la Judicatura en una reunión histórica y sin motivo claro. 


Esta visita es histórica porque no había ocurrido nunca en la vigencia de la Constitución de 1991, tal y como lo recuerda el Arzobispo: "Pese a la poca distancia que nos separa, creo que es la primera vez que un Arzobispo Primado visita esta sede de la justicia, al menos después de  los  cruentos  acontecimientos  de  noviembre  de  1985".

Además de histórica, este encuentro no tiene un motivo claro. Según informa la Conferencia Episcopal: "La reunión del Prelado con las Cortes se produce pocas horas antes del segundo encuentro de formación para líderes políticos, convocado por la oficina para las Relaciones con el Estado y el Centro Cultural de la Capellanía del Congreso. Dicho encuentro, de carácter privado, tendrá lugar en la sede de la Universidad Sergio Arboleda el miércoles 25 de abril a partir de las 9 am". ¿Es este encuentro una razón para reunirse con la Cortes? ¿Cuál era el objetivo del encuentro? ¿Por qué no se hacen encuentros similares con otras congregaciones religiosas y/o otros sectores de la sociedad civil?

Esta visita se da en la misma semana que la Corte Constitucional decide el caso de la adopción consentida de una niña por parte de la compañera de su madre biológica, caso que se conoce popularmente como el de las mamás lesbianas de Medellín. 

Durante el encuentro con los presidentes de las Altas Cortes, el Arzobispo de Bogotá dijo en referencia directa a este caso y a la sentencia T-716 de 2011 (mensaje completo del Arzobispo a las Cortes): 
Foto Conferencia Episcopal. 
"No  podemos  ignorar  que  ciertas  corrientes  de  la  cultura jurídica moderna,  sostenida  por  principios  positivistas,  racionalistas  e individualistas,  han  sustraído a  la  justicia  de  ese  contexto  ético fundamental.  De  ahí  que  la  Iglesia  colombiana,  fiel  a  su  misión  de predicar la verdad, se vea en la obligación de manifestar su respetuosa perplejidad  ante  decisiones que  contrastan  con  el bien  de  la  persona humana y de la sociedad. La familia, constituida por varón y mujer, y la vida,  desde  su  concepción  hasta  su  muerte  natural,  deben  ser protegidas  por  las  instituciones  de  justicia,  en  plena  fidelidad  con  el mandato constitucional. No se trata de un tema de fe, sino de la defensa de los valores que fundan y estructuran nuestra convivencia".
El Arzobispo, sin sonrojarse, realiza una intromisión directa en las decisiones judiciales en el propio Palacio de Justicia y en presencia del presidente de la Corte Constitucional Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. Es muy problemático que el Magistrado Mendoza quien es un juez conservador, muy serio en su trabajo y de quién según se dice es del OPUS DEI, reciba de forma indirecta en audiencia al Arzobispo para que este se pronuncie frente a un auditorio sobre un caso constitucional a decidirse en dos días. 

Según el reglamento interno de la Corte en su artículo 84, está "prohibido a los Magistrados conceder audiencias particulares o privadas sobre negocios que cursan en la Corte". Si la Iglesia Católica se quiere pronunciar sobre este caso que lo haga por la vías regulares de intervención, usé los recursos judiciales, o que se exprese en los medios de comunicación, etc. Al aceptar esta audiencia con el Arzobispo, el Presidente de la Corte Constitucional creó un privilegio inaceptable en un caso constitucional. 

La visita del Arzobispo y su mensaje a la justicia es desconcertante en un Estado Laico. Por otra parte la presencia del presidente de la Corte Constitucional en esta reunión con el Arzobispo, la misma semana que se decide el caso de las mamás lesbianas de Medellín es preocupante y creó una desigualdad entre las partes. 

Esto demuestra una vez más que la Iglesia Católica ostenta un poder social y político que pone en riesgo los derechos de las minorías, como lo ha argumentado la profesora Julieta Lemaitre en su trabajo "Anticlericales de nuevo".

Honorable Presidente de la Corte Constitucional Eduardo Mendoza Martelo, ¿Cuándo tendrá un encuentro con las organizaciones  del movimiento de lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas?

O ¿el Presidente de la Corte Constitucional sólo se reúne con el Arzobispo?

Foto Conferencia Episcopal. 
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