Sobre la columna "Voracidad" de Alejandro Gaviria
Alejandro Gaviria publicó una columna, titulada "Voracidad", en la cual analiza las diferencias de las protestas en EEUU, España y Colombia. Sobre nuestras protestas el profesor Gaviria opina:
Creo también que este punto de la columna es crucial y no debe abandonarse en este tipo de análisis: "Aunque la desigualdad no ha disminuido, los ingresos de la mayoría van en aumento". Tema sobre el cual estoy seguro Alejandro Gaviria comparte.
A mi juicio la creciente desigualdad puede explicar mejor el marco común de movilización social tanto de los estudiantes en Colombia como del resto de movilizaciones. Aristóteles decía que no se puede pensar sin imágenes, por eso considero que debe tomarse en serio la "retórica antisistema" para tratar de entender mejor los supuestos ideológicos compartidos de los manifestantes.
Ahora bien, lo que más genera impresión de la columna es el uso de la expresión "voracidad".
Es una palabra que no representa bien a los estudiantes que salen a las calles. Tampoco representa a los jueces sensibles que no pueden ser ciegos ante las necesidades de los pobres, o de los médicos que se preocupan de forma honesta por la salud de sus pacientes y piden reformas. Por supuesto que la virtud tiene su lado oscuro, y hay estudiantes, jueces y médicos que no siempre obran así.
No puedo suscribir la idea de que los estudiantes, jueces o médicos sean voraces. Por el contrario, ellos tienen un marco común de injusticia frente a una realidad que se muestra tan opulenta como desigual.
Tal vez la voracidad está en otro lugar.
Puede seguir la discusión en el blog de Alejandro Gaviria.
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Alejandro Gaviria constestó gentilmente mi comentario:
Alejandro Gaviria dijo...
"En Colombia, el problema es otro. El tamaño del Estado está creciendo. Los recortes parecen cosa del pasado. Aunque la desigualdad no ha disminuido, los ingresos de la mayoría van en aumento. La clase media se duplicó en menos de una década. El progreso es innegable. Pero las expectativas de una bonanza económica, de una riqueza casi caída del cielo, han elevado las expectativas de la gente. Todo el mundo quiere más. Los médicos quieren cobertura universal de salud sin ningún límite. Los estudiantes quieren educación superior gratuita y de calidad para todos. Los jueces quieren una renta permanente de 2 o 3% del PIB. Los empresarios quieren mejor infraestructura y menores impuestos. Los ciudadanos quieren servicios públicos gratuitos. En fin, las expectativas de prosperidad han multiplicado los apetitos, las aspiraciones (todavía insatisfechas) de muchos grupos sociales. Voracidad llaman algunos economistas a este fenómeno".Estoy de acuerdo con Gaviria en que los contextos económicos deben ser analizados separadamente y sin generalizaciones. También sigo a Gaviria en el sentido que el nuestro es un momento de crecimiento económico.
Creo también que este punto de la columna es crucial y no debe abandonarse en este tipo de análisis: "Aunque la desigualdad no ha disminuido, los ingresos de la mayoría van en aumento". Tema sobre el cual estoy seguro Alejandro Gaviria comparte.
A mi juicio la creciente desigualdad puede explicar mejor el marco común de movilización social tanto de los estudiantes en Colombia como del resto de movilizaciones. Aristóteles decía que no se puede pensar sin imágenes, por eso considero que debe tomarse en serio la "retórica antisistema" para tratar de entender mejor los supuestos ideológicos compartidos de los manifestantes.
Ahora bien, lo que más genera impresión de la columna es el uso de la expresión "voracidad".
Es una palabra que no representa bien a los estudiantes que salen a las calles. Tampoco representa a los jueces sensibles que no pueden ser ciegos ante las necesidades de los pobres, o de los médicos que se preocupan de forma honesta por la salud de sus pacientes y piden reformas. Por supuesto que la virtud tiene su lado oscuro, y hay estudiantes, jueces y médicos que no siempre obran así.
No puedo suscribir la idea de que los estudiantes, jueces o médicos sean voraces. Por el contrario, ellos tienen un marco común de injusticia frente a una realidad que se muestra tan opulenta como desigual.
Tal vez la voracidad está en otro lugar.
Puede seguir la discusión en el blog de Alejandro Gaviria.
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Alejandro Gaviria constestó gentilmente mi comentario:
Mauricio: yo resumiría el argumento de esta manera. Mayores demandas por distribución=f(expectativa de riqueza, desigualdad, otras cosas). Yo enfaticé la primera variable. La segunda, que usted menciona, también es importante.
Le recomiendo este artículo clásico sobre el tema.
Alejandro Gaviria dijo...
Le recomiendo este artículo clásico sobre el tema.
Mauricio: interesante lo que dice sobre la expresión “voracidad”. La palabra es fuerte, cargada de significado. Pero no lo pensé así cuando escribí la columna. Llevó tanto tiempo oyendo hablar del “voracity effect” en seminarios académicos, que usé la expresión en un sentido mucho más aséptico, sin intenciones peyorativas, pensando más en un mecanismo preciso que una designación provocadora. Complejidades del lenguaje, supongo.