Soy anticlerical y saldré a gritarlo mañana
A propósito del debate sobre el aborto llegó a mis manos el texto: “Anti-clericales de nuevo: La Iglesia Católica como un actor político ilegítimo en materia de sexualidad y reproducción en América Latina” de la profesora Julieta Lemaitre Ripoll. Este poderoso y documentado ensayo demuestra que la iglesia no puede deliberar sobre sexualidad por tres razones fundamentales: no acepta las reglas mínimas del diálogo, es abiertamente discriminatoria contra las mujeres y los homosexuales, y tiene un inmenso poder político que amenaza los procesos democráticos.
Durante mucho tiempo pensé que la iglesia podía participar en estos debates, pero la lectura del texto de Lemaitre me hizo cambiar de opinión. ¿Cómo es posible dialogar con alguien que no te respeta y te quiere subordinar? Y además te quiere dejar sin derechos, ¿Cómo confiar en un actor que usa el Estado para promover una única religión e imponer un modelo de vida (por ejemplo el Procurador)?
Concluye Lemaitre en su escrito: “Quizá es hora que la Iglesia se salga de nuestras camas, por lo menos de las camas a las cuales ha entrado o pretende entrar sin invitación y de la mano del Estado. “Saquen sus rosarios de nuestros ovarios” gritan las feministas en varios rincones del continente. ¿No debería ser este también el grito de los liberales? Por lo menos, vale la pena considerarlo”.
Acepto la invitación y saldré a gritarlo mañana.
El texto de Julieta Lemaitre puede ser consultado haciendo click aquí.
Cordón humano del Consejo de Estado a la Procuraduría. MIERCOLES 28 de oct a las 12 PM. Cita frente al Palacio de Justicia.
Comentarios
Si un actor político que sigue sin ser interpelado por nosotras y nosotros es la iglesia. O mejor, las iglesias. Es hora de desmitificar la lucha anticlerical. Dejar el miedo al lado.