Godos pasteurizados y victimizados

Rafael Nieto Loaiza - Columnista

"Yo no soy homofóbico" (Rafael Nieto Loaiza)

"Mi opinión es eminentemente jurídica" (Procurador Alejandro Ordoñez)

"Soy un hombre de ciencia y quiero poner en consideración una opinión científica" (Carlos Novoa)

"Manifestó su oposición al fallo en relación con las consideraciones que dan por descontado un efecto financiero negativo al permitirse el ingreso de las parejas del mismo sexo al régimen contributivo de salud" (Nilson Pinilla, salvamento a la sentencia de afiliación en salud de parejas del mismo sexo).

Todos ellos se oponen a los derechos de las personas LGBT y parecen civilizados.  Está civilización es pura hipocresía: la nueva derecha anti-homosexual tiene dos nuevas estrategias. 

Alejandro Ordoñez - Procurador

Ilva Miryam Hoyos 

La primera estrategia consiste en pasteurizar los argumentos. Como dijo alguna vez la representante María Isabel Urrutia "ahora hacen lo jurídico desde lo cristiano". La estrategia consiste en archivar la biblia y usar nuevos intermediarios.  Estos traductores del lenguaje religioso a códigos contemporáneos socialmente aceptados en discusiones públicas, especialmente campos como el derecho constitucional, la ciencia y la economía. 

Los traductores legales están representados en el Procurador, Ilva Miriam Hoyos y Rafael Nieto. Dos tipos de argumentos cobran fuerza en esta área: la prevalencia del principio mayoritario en decisiones morales y la diferenciación justificada a favor de la familia heterosexual. 

Carlos Novoa

Los traductores científicos están en cabeza de los jesuitas representados en el señor Carlos Novoa (alguien me dijo hace poco que era mejor referirse a curas y obispos como señores, para mantener el estado laico en el lenguaje). 
Su especialidad: decir que es un hombre de ciencia. Su estrategia: afirmar que hay opiniones científicas divergentes sobre la crianza de los hijos.

Nilson Pinilla

Los traductores económicos han tenido como abanderado al ilustre y homofóbico magistrado Nilson Pinilla. Este jurista, tan ignorante como hipócrita, prefiere decir en los salvamentos públicos que se opone a las uniones de parejas del mismo sexo por razones económicas y en las salas plenas de la Corte trata como enfermos a los homosexuales. Otra gran estrella de la economía anti-homosexual fue la exsenadora Claudia Rodríguez de Castellanos. A propósito de este tema nunca olvidaré la abuelita que fue al Congreso hace algunos años a decir que los homosexuales iban a acabar con el Seguro Social. 

La segunda estrategia es la victimización. Cuando se ven acorralados dicen que los estamos discriminando. "Si uno está en contra de este tema es un homofóbico" señalaba Nieto Loaiza en el programa Hora 20. El señor Novoa habla de "catolicofóbicos" y el Procurador menciona en sus libros "la nueva inquisición" refiriéndose a los activistas LGBT. Se comportan como minoría para ganar simpatías, quieren hacernos creer que están en el circo romano. Como dice el refrán "los pájaros tirándole a las escopetas".

Por una parte, existen suficientes argumentos constitucionales, científicos y económicos para rebatir a estos profetas disfrazados, pero no me ocuparé de esto en esta entrada. Por otra parte, la auto-victimización de los discriminadores es inverosímil, cínica y pueril. Tienen razón: quien se opone a la igualdad es un homofóbico. Pero deberían estar tranquilos, su estigmatización no pasará de señalarlos de cavernarios pero todos los días se levantan con la plenitud de sus derechos.

Seguiré con menos derechos, pero con la convicción que soy tan digno y tan igual como mi compañero, mi hermano, mis papás, mis colegas y de mis amigas y amigos. Tengo menos derechos pero estoy rodeado de muchos heterosexuales y personas LGBT que soñamos con vivir en un país donde nosotras y nosotros seamos tan iguales y dignos como nos sentimos.

Este sentimiento de dignidad y la tranquilidad de vivir rodeado de gente que lucha por la igualdad no me lo pueden quitar los godos pasteurizados o los que ya están podridos.