Los peligros de la “mayoría moral” y la importancia de la movilización social por la igualdad
Los
discursos del Procurador, los cardenales y los pastores fundamentalistas
coinciden en un frase: “somos la mayoría”. De hecho, una de las pancartas dice:
“73% de los colombianos decimos: el matrimonio es entre 1hombre y 1mujer”. La
iglesia católica llama a la unidad de las iglesias históricas y las
evangélicas. El lefevrista Ordóñez se sienta a la misma mesa con la pastora
Claudia Wilches. No creo que sean la mayoría. De lo que si estoy seguro es que
están creando una “mayoría moral”.
Los
lefevristas, la misión carismática internacional y en general todos los
fundamentalistas son agitadores políticos de larga tradición. Con sus acciones
buscan crear odio, resentimiento y despertar los temores de la población que en
general está desinformada sobre temas sensibles. Su objetivo es lanzar frases
efectistas e incendiarias como: “entre porro y porro, entre pase y pase” o
algunas sofisticadas como “el matrimonio entre homosexuales es una sustitución
de la Constitución”.
Su
objetivo a través de todas estas declaraciones y manifestaciones es crecer como
grupo político de influencia en los gobiernos nacionales y locales; son
conservadores teológicos que buscan arrodillar a los sectores democráticos. Su
poder viene del nivel organizativo de las iglesias (que se reúnen cada semana),
el manejo de recursos económicos y su influencia sobre grupos personas, bien
sea por la fe, bien sea por los puestos.
El
movimiento contra el matrimonio igualitario es una máquina de odio que amenaza
la democracia y la Constitución. Tiene poder institucional, capacidad de
movilización comunitaria e influencia sobre congresistas y políticos. El poder
institucional vienen de una de las más poderosas instituciones políticas del
país: la Procuraduría General de la
Nación, el gran ministerio del amor de la novela 1984. Esta institución no sólo
tiene lobistas bien pagados como Ilva Myriam Hoyos, sino también de capacidad
de influencia política, un grupo de abogados al servicio de la discriminación y
el poder del Procurador quien tiene a todos los políticos en sus manos.
El
poder comunitario viene de las iglesias evangélicas, especialmente de la Misión
Carismática Internacional, quienes controlan las manifestaciones y las redes
sociales del movimiento 1h1m. Un rastreo preliminar de estas redes sociales nos
indican que están usando las estructuras de esa iglesia para alimentar este
movimiento. El principal esfuerzo de este grupo ha sido enmascarar su visión
fundamentalista con una más “razonable” y que cree adhesión entre católicos e
incluso de gente no creyente. Recientemente se han unido grupos neonazis, quienes
no dudarán en golpear o amenazar a la comunidad LGBTI. De hecho en las marchas
del miércoles pasado se presentaron agresiones y el Centro Comunitario LGBTI de
Bogotá ya fue objeto de vandalismo.
Finalmente,
el poder de influencia sobre los congresistas viene esencialmente del Procurador
y de la Iglesia Católica. Los obispos con una simple carta ponen a temblar al
Gobierno Nacional y alinean al Partido Conservador. ¿Qué congresista osaría a
no pasarle al teléfono al Cardenal? La carta de la Conferencia Episcopal es una
amenaza del uso de la fuerza política-religiosa contra los congresistas.
El
movimiento contra el matrimonio igualitario es un lobby poderoso contra la
Constitución y las minorías. Todos los demócratas, librepensadores, defensores
de los derechos humanos, católicos de base y progresistas del país deberían
tomar en serio el reto que tenemos en frente. Un grupo social minoritario está
siendo maltratado y humillado por quienes se autoproclaman la “mayoría moral”.
¿Se imaginan un movimiento social conservador contra los indígenas o
afrodescendientes? ¿Se imaginan que está máquina de odio se convierta en
partido político, capaz de imponer sus visiones sobre la guerra y la paz? ¿Se
imaginan al Procurador como presidente? Si este grupo sigue creciendo será
usado contra las libertades y los derechos de todos/as. Hoy atacan a la
población LGBTI, mañana será cualquiera que sea diferente.
Por
esta razón la movilización social por la igualdad es fundamental. Gays,
lesbianas, bisexuales, transgeneristas e intersexuales debemos salir en defensa
de nuestros derechos. Es un buen momento para considerar la salida del clóset,
aún cuando entiendo lo difícil que es está decisión.
Los
heterosexuales también tienen un papel fundamental para demostrar que la
mayoría conservadora es un proyecto político antidemocrático. Los
heterosexuales deberían apoyar la igualdad por razones éticas, políticas y
sociales. La razón ética puede resumirse así: “imagine por un momento que es
homosexual y que le niegan sus derechos”, en otras palabras aplique la regla de
oro: “no hagas a otro lo que no te gustaría que te hagan a ti”. Ponerse del
lado de la igualdad es un aporte en la construcción de la paz y reconciliación
cotidiana. La igualdad genera mayor cohesión social. Los heterosexuales viven y
trabajan con personas LGBTI, de hechos somos sus hermanos, colegas, amigos y
vecinos. De hecho muchos heterosexuales pueden estar trabajando para los
derechos de sus propios hijos/as, nietos/as, sobrinos/as o algún familiar.
La
discusión sobre matrimonio igualitario, es una discusión sobre la igualdad en
una institución familiar, pero sobre todo es una discusión sobre la dignidad y
el respeto que todos nos merecemos. Proteger a las minorías es proteger la
democracia, los derechos y la mayor realización de la convivencia pacífica. La
frase del filósofo del derecho Ronald Dworkin al respecto es muy bella: los derechos son promesas
de la mayoría para la minoría.
Cumplamos
nuestras promesas. Es hora de movilizarnos por el matrimonio igualitario y no
dejar que el Ku Klux Klan colombiano nos imponga una visión teológica del
mundo.
En
Colombia pueden unirse a las actividades del Comité de Impulso al Matrimonio
Igualitario. El próximo martes será fundamental en está tarea. Puede apoyar la
marcha en la plaza de Bolívar desde el medio día hasta las 4 pm. Si esta fuera
de Colombia puede apoyar desde las redes sociales, hacer un escrito de apoyo,
invitar a sus amigas/os en Colombia para que asistan a las marchas o cualquier
cosa que se les ocurra. Todas/os podemos apoyar desde las redes sociales con el
HT #MatrimonioIgualitarioYA Si quiere ayudar un poco más pueden escribirme a mi correo
electrónico malbarracin@gmail.com o al de cualquier activista involucrado, o
busque en las redes sociales “Matrimonio Igualitario en Colombia”.
Tengo
mucha esperanza en la energía y pasión de los colombianos. A pesar de la guerra
y la injusticia, todas las mañanas nos levantamos a trabajar para hacer de
Colombia un país democrático y feliz para nuestras familias. La mayoría de los
colombianos somos gente respetuosa, de pensamiento libre y sin odios. La
mayoría moral fundamentalista no existe, eso es un proyecto político del
Procurador y sus secuaces.
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