Julieta Lemaitre y la pregunta por la paz posible

Julieta Lemaitre. Foto de Laura Rico























Esta semana hemos hablado de paz. Hemos escuchado a Santos y a Timochenko. Uribe grita sin calma. Fernando Londoño se muere de la ira. El expresidente Betancur se declara eufórico. César Gaviria manda en el gobierno. Trinidad aparece sin hablar desde una cárcel de los Estados Unidos.

Pero en realidad pensamos y reflexionamos poco sobre la paz. Tenemos opiniones frágiles y carecemos de memoria colectiva.

Esta semana aparecía todo el tiempo en mi mente el trabajo académico de Julieta Lemaitre sobre la paz. Ella investigó minuciosamente la pregunta por la paz en la Asamblea Nacional Constituyente y escribió el libro: "La paz en cuestión. La guerra y la paz en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991" publicado por la Universidad de los Andes dentro de un proyecto de investigación de la Facultad de Derecho sobre historia y constitución llamado Constitución 2011.

Leí el libro antes que el secreto de la paz se revelará. Escuché a Julieta muchas veces sobre este tema y tuve el privilegio de comentar su trabajo en algunas oportunidades.

El poder del intelectual está en anticipar y responder las preguntas pertinentes de su tiempo. Eso es lo que hace Julieta Lemaitre en "La paz en cuestión". Lemaitre, una de las más importantes intelectuales del derecho colombiano, nos atrapa en un ejercicio de memoria institucional y personal. Su técnica narrativa persuade y nos hace olvidar la aridez del derecho. Ella reconecta el saber político y el saber jurídico con rigurosidad y estética.

Mientras pasaba las páginas sentía una profunda tristeza por la violencia de los 80 y 90. Las bombas, los maginicidios, la codicia, el radicalismo y la violencia rodean la pregunta sobre la paz. El libro es también un análisis discursivo y político de los distintos siginificados de la paz (liberal, conservadora y de izquierda). Lemaitre nos recuerda que la paz, como el ser de la metafísica de Aristóteles, se dice de muchas maneras.

Pero sobre todo el libro y su reflexiones posteriores en la Silla Vacía y en sus presentaciones son gran herramienta para entender la paz posible y los retos a los que nos enfrentamos. También es un trabajo para enseñar y hacer un derecho constitucional enriquecido con las ciencias sociales.

Como recuerda bellamente Harold Bloom sobre los principios de la lectura de Milton y Emerson: el/la académico/a es una vela que enciende el amor y el deseo de toda la humanidad (traducción incluyente). "La paz en cuestión" ilumina este debate. Leer también puede producir miedo: el desasosiego que se siente al seguir en la trampa de la guerra donde las llaves de la paz no funcionan.

Las/os invito a leer el libro, es corto, claro y está bien escrito. Si tienen menos tiempo pueden leer una versión corta de este trabajo en este link, si prefieren Youtube les comparto el video. Un gran resumen de estas ideas están en las entradas del Blog de Lemaitre en la Silla Vacía: ¿Cúal Paz? y la Paz por decreto (o acto legislativo)


Luego vean los videos de Santos y Timochenko. Algo nuevo puede verse, algo viejo permanece.

Al final lean nuestro gran oxímoron constitucional, ese eterno anhelo colectivo: "Art 22. La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento".  





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